ARTE GOTICO.
Catedral Notre-Dame en Paris. |
El Arte gótico es un estilo artístico europeo con unos límites cronológicos que encontramos aproximadamente entre el año 1140 y las últimas décadas del siglo XVI, según las áreas geográficas.
Se aplicó en el campo de la arquitectura civil y religiosa, la escultura, las vidrieras, la pintura mural y sobre tabla, los manuscritos y las diversas artes decorativas.
El término gótico fue empleado por primera vez por los tratadistas del Renacimiento, en sentido peyorativo, para referirse al arte de la edad media, al que ellos consideraban inferior y bárbaro (godo, de ahí el término gótico) comparado con el arte clásico.
En el siglo XIX se produjo una revalorización de este periodo debido a movimientos historicistas y románticos. El gótico apareció a continuación del románico, a lo largo de la baja edad media, y hoy día se considera uno de los momentos más importantes desde el punto de vista artístico en Europa.
El estilo gótico encontró su gran medio de expresión en la arquitectura. Surgió en la primera mitad del siglo XII a partir de la evolución de precedentes románicos y otros condicionantes teológicos, tecnológicos y sociales. La arquitectura gótica perduró hasta bien entrado el siglo XVI en diversos países europeos como Inglaterra, mucho después de que el estilo renacentista hubiera penetrado en otros campos artísticos. Las mayores realizaciones del gótico se manifestaron en el terreno de la arquitectura religiosa.
ARQUITECTURA.
A nivel arquitectónico, el estilo gótico nació en torno a 1140 en Francia, siendo considerada como el primer monumento de este movimiento la basílica de la abadía real de Saint-Denis (edificada por el abad Suger, consejero de Luis VII de Francia).
También desde finales del siglo XII y comienzos del XIII se divulga por los monasterios de la orden del Císter un estilo despojado de ornamentación y reducido a la pureza de los elementos estructurales, expresión de las concepciones estéticas y espirituales de Bernardo de Claraval, que se suele denominar arte cisterciense.
Este arte se ha definido durante mucho tiempo de manera bastante superficial, exclusivamente por la utilización de uno de sus elementos, el arco apuntado, al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de crucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos, que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. Eso permitió la construcción de edificios mucho más amplios y elevados, y el predominio de los vanos sobre los muros. Los elementos sustentantes (pilares de complicado diseño) quedan mucho más estilizados. Pero la utilización de un elemento no puede definir un estilo de forma global, se trata de un problema más amplio, de una nueva etapa histórica, una nueva concepción del arte y con él del mundo. Un elemento estructural, por importante que sea, no puede resumir un concepto global sobre la vida.
ESCULTURA.
La escultura siguió el precedente románico, con una amplia difusión de imágenes cuyo fin era adoctrinar a los fieles en los dogmas de la fe religiosa y decorar las fachadas de las catedrales. La escultura de los siglos XII y principios del XIII tuvo un carácter predominantemente arquitectónico.
Las figuras más destacadas son las estatuas colosales de las jambas (pilastras laterales) de las portadas y las de los parteluces de los vanos de entrada. Reciben el nombre de estatuas-columna por estar adosadas a estos soportes. A veces, la estatua-columna tiende a liberarse del marco arquitectónico, como si fuera una escultura exenta o de bulto redondo.
PINTURA.
Dentro de la evolución pictórica del siglo XV se distinguen dos estilos, el estilo gótico internacional y el estilo flamenco. El primero corresponde a los dos últimos decenios del siglo XIV y perduró en la mayor parte de Europa durante la primera mitad del siglo XV. El estilo flamenco surgió en Flandes en el primer tercio del siglo XV, paralelamente al renacimiento italiano, y se difundió por el resto de Europa durante la segunda mitad del siglo.El estilo internacional apareció en el centro del continente como consecuencia de la fusión de elementos y formas del gótico lineal con las innovaciones técnicas e iconográficas aportadas por los pintores italianos del trecento (Giotto, Duccio, Simone Martini y los hermanos Lorenzetti).
El estilo se caracteriza por la valoración expresiva de lo anecdótico, la estilización de las figuras, el predominio de las líneas curvas tanto en los pliegues como en las posturas corporales, la introducción de detalles naturalistas con fines simbólicos y el empleo de una técnica minuciosa.
Catedral de Siena.
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